Tuesday, May 30, 2006

ACTIVIDAD OVNI EN CACHI, SALTA

INFORME OFICIAL DE LA POLICIA DE CACHI

El texto describe la vivencia de los policías siguiendo el relato original con precisión y establece que los pasajeros civiles eran menores de edad, razón por la que no es posible consignar públicamente sus nombres pues se dirigían (comisionados los policías) al Juzgado de Menores de la Ciudad de Salta.
La hora de inicio del suceso Ovni está fijada a las 04:30 del día 9 de Mayo del 2001 y su locación en la Ruta Provincial N° 33.
También especifica que es el Paraje Guanaquito, más precisamente la quebrada del mismo nombre, a 100 metros de la ruta donde descendió el objeto cerrando el paso del móvil policial.
Destaca la aparente falla inexplicable del motor y su posterior funcionamiento.
Luego indica que el objeto llegó hasta la Gruta de Piedra del Molino donde, al comenzar a descender el móvil policial, el objeto se desplaza en la misma dirección, pero a una distancia de 500 metros de altura en las inmediaciones del paraje Valle Encantado.
Es importante cuando refleja los dichos de los policías al comentar los dolores de cabeza y nauseas que padecieron al concluir la experiencia.
Finaliza el informe diciendo textualmente:
Cabe hacer notar que dicha experiencia fue informada en forma verbal en su debido tiempo a la Unidad Regional N° 6, pero como se tratan fenómenos anormales en la zona, no fue necesario cursar informe.
Posteriormente la misma fue comentada al Sr. Antonio Zuleta, domiciliado en.....Cachi, quien suele filmar con frecuencia estos objetos extraños y al mismo expande la información a los medios periodísticos.

Decenas de observaciones de fenómenos extraños han engrosado un dilatado historial de vivencias enigmáticas durante los últimos meses en la zona noroeste de los Valles Calchaquíes.
Los testimonios recorren todo el espectro social, no se detienen ante clases ni grados de instrucción y cuentan entre sus observadores a campesinos, comerciantes, policías, políticos, jueces, docentes, niños, religiosos y turistas.
La visión pintoresca de un cúmulo de anécdotas y creencias campestres se ha transformado en un torrente inusual de experiencias que llegan a tocar muy en lo profundo la sensibilidad de muchos de los ocasionales testigos.
No hay dudas, algo trascendente e insólito ocurre en la zona y debe ser visto detenidamente y con amplitud de criterios para comprender lo que allí ocurre.
Durante 17 días, entre el 11 y el 18 de febrero y entre el 14 al 24 de marzo el Grupo Hemisferios sumó un total 95 personas entrevistadas de las cuales 76 fueron testigos presenciales y refirieron a un total de 126 casos.
40 de esos testimonios indican eventos ocurridos entre setiembre de 2001 a marzo del 2002, como señaláramos.
De los 126, 17 en total son considerados excepcionales por la calidad de la experiencia y la cercanía con el fenómeno aludido aunque 54 señalan sucesos de importante valor a la investigación.
En la faz numérica no es la primera vez que acontece cosa semejante.
Hechos similares tuvieron lugar en Capilla del Monte (Córdoba 1986-1988); Victoria (Entre Ríos 1991-1993); Roque Pérez (Buenos Aires 1994-1995); Oeste Pampeano (La Pampa 1996-1998).
En todos ellos denuncias y afirmaciones semejantes a la de los Valles superó holgadamente el número de 700, muchas de las cuales fueron obtenidas por nuestro Grupo en tarea similar.
Pero, como veremos, la calidad de las vivencias asoman sobre los límites estadísticos para mostrar sus verdaderas aristas sociológicas, el lazo perenne con la tradición, el cumplimiento de su propia lógica anudada a un dossier singular que es capaz de enseñar todas sus posibilidades en un momento de tiempo.

La región del Farol
Desde el principio de la Cuesta del Obispo siguiendo la ruta nacional N°33 nos hallamos en territorio extraño, en la región de los faroles, como los nativos del Noroeste llaman a unas rarezas luminosas que circundan al amparo de las sombras nocturnas para atreverse a deambular muy cerca de automovilistas y caminantes.
La tradición del farol es muy antigua y si bien nadie a acertado a descifrar su naturaleza auténtica (Farol es homónimo de la Luz Mala de la pampa), son ingentes las cantidades de paisanos que refieren a estos objetos luminosos, generalmente pequeños, ágiles, y que marchan a poca distancia de la carretera.
Desde principios de siglo (por lo menos) se hace referencia a los faroles también bautizados como "las buenas compañeras" en virtud que las luces suelen acompañar a los viajeros solitarios por largos kilómetros en territorio andino.
Dice la tradición que el farol es una bolsa de huesos que alumbra con luz rojiza, aparece a las doce de la noche en quebradas o lugares cercanos a ruinas de indios.
Acostumbra a acompañar a personas que van con malos pensamientos, ebrios y en lugares solitarios.
El farol representa un alma expresando el deseo de que le recen y le ofrenden oraciones para que encuentre la paz, en ocasiones es el mal personificado, la muerte, la magia maligna empleada por hechiceros, tal es así que los más viejos de el noroeste calchaquí afirman haber visto dentro de la luz una calavera o una miniatura del esqueleto humano significando su procedencia demoníaca.
Solo en las últimas décadas las rarezas luminosas resultan algo más benévolas o curiosas, sobre todo para los buscadores de tesoros pues en el punto de donde salen, se dice que allí hay un tesoro.
Los más ancianos recomiendan no hablar para mantenerlos a distancia.
Si uno cumple este requisito hasta es posible que los faroles iluminen el camino y hagan más fácil su trayecto, razón por la que recibe este segundo bautizo.
Parecerá insólito pero buena parte de la comunidad local, incluido fuerzas vivas, policías y religiosos, comentan asiduamente sus encuentros con esta peculiar luminiscencia hoy mismo y no son pocos los que prefieren evitar la Recta Tin Tin pasadas las 22 hs.
porque "empieza la hora de los faroles", cosa que se extiende hasta muy entrada la madrugada. La insistencia y el número increíble de pobladores que dicen haberlos visto a muy corta distancia, haciendo improbable la confusión, sugieren que el mito, como tantos otros, tiene un sesgo tangible que irrumpe en la realidad de esta región como la luna o las estrellas, y por la dimensión que adquiere en la credibilidad de tanta gente hasta es probable que cualquier persona, como ocurre, sea testigo de su aparición.
La tradición del farol puede tomarse como la base de sustento de buena parte de la casuística vallista merced a que muchos de los objetos aludidos poseen características y dinámica similares a la de estos variando a veces el tamaño y el modo de interactuar con el testigo.
El reconocido arqueólogo Cristian Vitry, si bien jamás a visto al fenómeno tiene bien en claro que la referencia popular lo tiene incorporado a su cultura, a la vida diaria.
"La gente lo toma como parte de su vida, algo natural y arraigao a sus tradiciones. Para ellos es la LUZ o EL FAROL".
Ante la inquietud sobre la forma que adquiere esa interpretación nos interesó saber si la gente diferenciaba al fenómeno adjudicándole un comportamiento, una dinámica identificada con el color de una luz.
"Dentro de nuestra sociedad podrían ser los buscadores de tesoros, ellos saben de la diferenciación de luces porque de acuerdo al metal o a lo que haya enterrado, la luz tiene tal o cual coloración.
Se que ellos saben diferenciar, o al menos hablan de esa diferencia vinculada con los tapados o emprendados (tesoros enterrados)".

¿Cómo interpretar los sucesos de la región?
Ubicado a solo 8 kilómetros del círculo polar ártico, Hessdalen comprende un pequeño valle de pocos kilómetros de extensión que a principios de los 80 protagonizó experiencias con fenómenos luminosos frecuentes.
Tal magnitud alcanzaron los hechos que un grupo de científicos de la Universidad de Oslo se traslado a la zona para identificar el origen de las anomalías.
Emplazados en puntos estratégicos y utilizando equipos sofisticados entre los que se contaban cámaras de alta sensibilidad, sismógrafos, espectrógrafos, radares, lasers, etc., lograron observar, fotografiar y medir apariciones lumínicas que no respondían a un efecto físico determinado.
La naturaleza extraordinaria de la experiencia de Hess obligó a invertir mucho dinero, meses completos de guardia y un seguimiento que dura hasta hoy, año 2002, con aparatos ultrasensibles montados en partes altas y que transmiten toda manifestación luminosa con la intención de enviar información precisa a los científicos en su proyecto de identificación en el mismo momento que ocurren.
http://www.hessdalen.org/
La iniciativa organizada por Erling Strand y comandada en campo por Leif Havik no fue la única.
Un estudio similar fue llevado a cabo bajo el nombre de Proyecto Identificación en Piedmont, Missouri iniciado por el profesor de física Harley Rutledge, de la Southeast Missouri State University debido a una oleada de avistamientos en Piedmont a comienzos de 1973.
El resultado fue un estudio de 7 años y en el que participó un total de 40 científicos, ingenieros, estudiantes y personas ajenas a la universidad.
El Proyecto Identificación registró 157 avistamientos que involucraron a 178 Ovnis.
Rutledje afirmó haber presenciado 160 objetos sin identificación.
Pero algo particular surgió de este estudio, no solo no logró aportar definiciones sobre la real naturaleza del fenómeno sino que agregó más enigma.
Tal como en Hessdalen los participantes tuvieron la impresión que no solo estaban observando a los Ovnis, sino que interactuaban con ellos.
Se informó sobre de objetos que parecían reaccionar al hecho de ser observados o a que se los iluminara (varios casos así ocurrieron en los valles calchaquíes).
Los misteriosos cuerpos hacían destellar las luces a modo de respuestas, y hasta se dijo que los supuestos ovnis parecían conocer el horario de guardia de los observadores.
Sugestiva fue la afirmación de Rutledge al comentar "Hubo algo más que la medición de las propiedades físicas de los ovnis por parte de observadores desapasionados.
Una relación, un conocimiento se desarrolló entre nosotros y la inteligencia del ovni. Se jugó un juego".
Es así, las particularidades a las que hacen referencia los testigos del valle no es distinta a las de los propios científicos al intentar definir la desconcertante naturaleza de los fenómenos luminosos.
Todo este estudio permitió tener un par de certezas importantes:
1- Los fenómenos luminosos son auténticos. Hay un cúmulo extraordinario de filmaciones y fotografías auténticas estudiadas sistemáticamente.
2- Los fenómenos registrados parecen no responder a ninguna de las hipótesis tratadas y tomadas en consideración.
Esto es: no hay evidencia determinante para concluir que son efectos geológicos, gases o plasmas.
En efecto, los registros no arrojaron ninguna evidencia lo suficientemente explícita como para encuadrar a la rareza.
Los resultados del Proyecto Piedmont y Hessdalen suponen un nuevo marco de referencia para los estudios sobre estas curiosidades ya que representan uno de los enigmas mas calientes de la actualidad.
Tal es así que en 1997 una comisión convocada por la prestigiosa Fundación Rockfellers reunió a varios de los más notables científicos mundiales entre los que se contaba Herling Strang, director del antes citado proyecto, para evaluar el tema y hacer recomendaciones a la comunidad científica.
Se puede resumir ese importante trabajo en una de sus ultimas recomendaciones "Presten atención a las luces en el horizonte".

Luces en todo el mundo
Está claro que el facilísimo y el prejuicio suelen desembarazarnos de las responsabilidades de investigar lo que nos perturba.
Este suele ser un ardid frecuente por el cual preferimos desestimar un suceso extraño antes de comprenderlo, sobre todo si es al vecino a quien acontece, y comenzamos a enmarañar la experiencia por las aptitudes personales, las costumbres y los "vicios" de la gente.
Ello no nos pone más cerca de una explicación y menos el tomar a la ligera a un fenómeno extendidamente extraño que no es patrimonio de la zona calchaquí únicamente.
Las rarezas luminosas también son citadas en algunas referencias internacionales mucho antes que la sigla OVNI pretendiera englobar todas sus manifestaciones.
Alusiones a luces que emergen de molinos y que recorren los aires para luego volver a su punto de partida, por ejemplo, son tan frecuentes en Argentina como en relatos campestres de Estados Unidos donde se la denomina ¨Will-o-the wisp¨ (will-o-the wisp of Esperanza, Texas, 1941).
El ¨Cherrube¨ ranquel toma el nombre de ¨Mae do fogo¨ en el Brasil (observadas por Stradelli en el Amazonas).
La ¨Luz Mala¨ toma el nombre de ¨Luces Populares¨ en España, Min Min, en Oceanía, Luz de Mafasca, otra vez en España.
Más puntualmente toman el nombre de Mboi-Tatá en Brasil, en el centro y sur, Bahía, Mina Gerais, San Pablo.
También se la denomina ¨Jean de la Foice¨o ¨Jean Delafosse¨ en Sergipe y Alagoas; ¨Joao Galafuz¨ en Itamaracá, ¨Batatao¨ en el nordeste.
El nombre más popular en Brasil es ¨boitatᨠo fuego fatuo.
Corresponde con el ¨ronda-dos-Lutinos¨ en Francia; o Inlicht o ¨luz loca¨ en Alemania donde minúsculas bolas corren como antorchas.
¨Mayntzhausen¨ o ¨fuego de los Druidas¨, o ¨fuego de melena¨, antepasados del fuego de San Telmo que los romanos identificaban con la presencia de Cástor y Pólux.
Encontramos además a ¨Jack with the lantern¨ (Jack con una linterna) de los ingleses que simboliza a un fantasma que guiaba con una linterna a los viajantes; y el siniestro ¨Moines des Narais¨con idéntica ocupación.
En Chile tanto el ¨farol¨ como el ¨carbunclo¨ tienen su equivalente en el ¨Alicanto¨.
En el desierto del Gobi se las conoce como ¨fuegos del Diablo¨ semejante a la denominación de ¨diablos luminosos¨ que se da en Cádiz, España.
Los cubanos las nombran como ¨luz de Yara¨, en Petra las conocen como Djinn o Djenum.

Un problema único
El seguimiento del fenómeno en campo y la encuesta de testimonios aporta datos imprescindibles para cualquier iniciativa posterior: no solo indica constantes horarias, temporales y espaciales sino que perfila ese rasgo extraño que resulta la conducta del ovni en su aparente interacción.
No es infrecuente que el testimonio se transforme en descripción de un ente vivo antes que una rareza física.
Este aspecto, tan proclive a la valoración apresurada de los críticos, es el centro del debate sobre el origen de la rareza merced a que su dinámica real y sistemáticamente estudiada implica reconocer que otras fuerzas intervienen para hacer del encuentro un verdadero juego de inducciones y respuestas, y es posible que las ideas folklóricas que pincelan a estos objetos como entes supranaturales no sean producto del pensamiento mágico de una comunidad sino una fiel descripción de lo observado, impregnada sí por los efectos de una interpretación que se enraíza en la cultura y se convierte en patrimonio de una sociedad campesina luego de décadas o siglos de convivencia.
Por este solo hecho las luces se están transformando en el desvelo de muchos estudiosos en los más altos niveles validando de algún modo la tradición de los valles sobre el farol o la luz mala pampeana, especialmente la de sus observadores.
Ya no hay tesoros bajo la tierra donde las luces aparecen, hay un misterio desafiante que da la razón a la gente.
Los invitamos, entonces, a cotejar un resumen de los testimonios obtenidos.


EL CASO AGAPITA CHAUSQUI: Una luz interactiva

El caso de la señora Chausqui presenta aristas realmente extraordinarias.
Es el encuentro con una luz a cierta distancia, lo que no parece destacado dada la fuerte presencia luminosa en la región, pero es en lo concerniente a la relación entre fenómeno y testigo lo que pondera esta vivencia del resto, aunque resulta una más entre varias que sostienen un proceso de interacción incontrastable, dirigido, lo que torna imprescindible su consideración.
No es un proceso sugerido o mal interpretado, no se basa en las sutilezas de la percepción de un testigo ni en el grado de asimilación lo que sustenta otra rareza dentro del enigma, es una muestra sencilla de lo que enfrentamos, la naturaleza de lo que estudiamos.
Es importante aclarar que en todos los casos tratados en Gaceta solo ofrecemos un formato atenuado de todo lo relevado, sin embargo esperamos reflejar con precisión los puntos álgidos y distintivos que hacen de cada caso un hecho único.

Agapita Chausqui vive en la zona conocida como Fuerte Alto, el centro el pueblo de Cachi hacia el noroeste, a no más de 2 kilómetros.
Se trata de un barrio relativamente nuevo de casas obreras, algo distantes unas de otras.
A poco de la vivienda de la mujer, hacia el norte, están las estribaciones de pequeños cerros que encajonan la visual formando un terreno seco, pedregoso, escaso de árboles y pobre en iluminación nocturna.
Agapita vive sola, su hijo posee una vivienda dentro del complejo de casas nuevas a no más de 50 metros de la suya, y dada esa distancia, suele visitarlo siempre.
La mayor parte del día trabaja en una hostería del pueblo haciendo labores generales, luego regresa a su casa para llevar una vida tranquila.
No puede determinar la fecha exacta de su experiencia, dificultad que suelen tener los pobladores no por faltos de memoria sino porque, salvo los domingos, deben repetir una rutina laboral constante, y solo hechos destacados ayudan a referencias más precisas, pero serían los primeros días de febrero cuando se disponía a regresar a su casa luego de visitar a su familia.
A poco de caminar (y tomando como referencia los cerros contiguos) seguía un rumbo sur este por lo que daba prácticamente las espaldas a las estribaciones serranas contiguas al barrio.
Ayuda a esta referencia que al pie del cerro, casi donde comienza a elevarse del llano, hay un camino que conduce a un sagrario, marcado con piedras blancas.
Es en ese preciso instante que un relámpago, como un potente flash de foto ilumina el ambiente.
No tarda en darse cuenta que proviene del costado, ligeramente detrás suyo. Se da vueltas y lo primero que observa es una potente luz al pie del cerro, casi a la naciente del camino a la ofrenda.
Aunque ha escuchado bastante de encuentros con luces en los últimos meses jamás pensó que sería testigo de uno, de hecho era la primera vez en toda su vida que Agapita veía una luz tan semejante a la descripción de los famosos faroles del Valle.
Identificar la masa luminosa es el principio de una breve pero intensa experiencia.

HAY QUE LLEGAR A CASA
En efecto, lo primero que piensa Agapita es que debe llegar a su hogar y echar cerrojo a la puerta.
¨Yo salí de la casa de mi hijo pero no vi ninguna luz, no había nada. Caminé un poco y de repente he visto algo, como si fuera un relámpago.
Era una luz muy clarita y entre medio era verdosa. Y cuando me enfocó caminé rápido.¨
La luz o masa luminosa era de un color amarillo muy claro, en su parte central destellaba una iridicencia verdosa intensa.
¨Cuando me ha dado esa luz me dio un mareo, entonces caminé rápido, rápido. ¿Vio que hay muchas piedritas en el suelo? Yo ni me tropecé ni nada. Yo caminé rápido¨.
Algunas veces, la dificultad del testimoniante para relatar un suceso no solo obliga a detenerse reiteradamente en una imagen o un concepto, existen oportunidades en que encierran cosas verdaderamente inesperadas.
No hay duda que al decir que caminó rápido se sobreentiende la situación por la que atraviesa la observadora, uno se hace la película del suceso para entender la lógica propia del relato, pero es necesario estar muy atento a pequeñas frases, a palabras sencillas que pueden modificar la substancia de todo un proceso.
Hacemos notar esto didácticamente, posiblemente las sutilezas que manejamos hoy, luego de recorrer mucho Argentina nos entrenó para ello, pero nos causa pavor pensar en todas las cosas que se nos pudieron escapar por no tener el ejercicio de tildar las palabras a medida que van apareciendo.
Doña Agapita caminó rápido, no se tropezó con las piedras, fue cuando la luz la enfocó.
Siendo una luz tan intensa bien pudo recibir claridad sobre su cuerpo, pero no se refería a eso, ni a caminar, ni a su agilidad insuflada por el miedo.

UN SALTO ESPECTACULAR
A medio tramo entre la casa de su hijo y la suya, Agapita sostiene que fue enfocada.
Cronista - Caminaba rápido y ahí se extrañó que no se tropezara con las piedras...-
Agapita - Claro. A parte de eso todo estaba oscuro (no hay luz eléctrica en las calles del barrio).
Quedé asustada porque es como si esa luz me hubiese empujado.-
Cronista - ¿Usted sintió claramente que la empujaban?-
Agapita - Claro, sí, sí. Imagínese que era como si yo no pisara el suelo.-
Cronista - No es normal que usted camine así...-
Agapita - No, no, porque estaba oscuro y a parte soy un poco corta de vista.
Yo venía caminando despacito por las piedras del suelo para no tropezarme pero cuando me alumbraron, la primer luz (el relámpago), yo vi todo el suelo.
Y cuando me dio esa luz verdecita ya no, caminé rápido como si algún aire me empujara.-
Cronista - ¿Usted sentía el suelo cuando la empujaba ese ¨aire¨?-
Agapita - No, no lo sentía, por eso es que yo le decía a mi hijo que me sentí mal.
Eso porque no pisaba.-
Cronista - ¿Cuando sintió que volvía a caminar?-
Agapita - Cerca de la puerta de casa.-
Cronista - En el momento que no ¨pisaba¨ ¿sintió algo en el cuerpo?-
Agapita - Como un aire fresco, si, si, así era.-
Cronista - ¿Sintió más frío que el de la noche?-
Agapita - Claro, y por eso le digo que anduve cuatro días mal. Yo había ido a la casa de mi hijo para ver televisión, y vi eso que me dejó asustada.-
Cronista - ¿Que sentía?-
Agapita - Me dolía la cabeza, la comida me caía mal pero nada más que eso. Pensé que era por eso que me quiso atraer...-
Cronista - ¿Como percibió el frío? ¿Fue en todo el cuerpo?-
Agapita - Sí, claro...¿como le podría decir? Como que al cuerpo le da una electricidad, yo he caminado rápido.-
Cronista - Cuando ve la luz verde...esa luz ilumino todo o era una luz dirigida a usted?-
Agapita - A mi, a mi nomás! Porque cuando me hizo esa luz me dio a mi, ahí corrí rápido.-
Cronista ¿Como veía esa luz?-
Agapita - Era un verde tirando a celeste muy clarito.
Era como si yo me hubiera quedado así (se pone firme, con las manos pegadas las caderas), derecha, pero movía los pies.-
Cronista - ¿Usted quedó firme?-
Agapita - Como si fuera..., yo voy firme, así, derecha.-
Cronista - Pero, usted iba firme porque sentía que algo la aprisionaba, o por que otra razón?-
Agapita - Claro, había algo. Yo iba firme pero caminaba rápido y no sentía las piedras.-
Cronista - ¿Cuantos metros anduvo sin sentir el suelo?-
Agapita, señalando una mesa dentro de la hostería - Como hasta ahí, cuatro o cinco metros. Fue cuando sentí ese aire que me empujó, que yo no sentía, no veía...-
Cronista - ¿En algún momento, sintió que estaba en el aire?-
Agapita -...Y, mire, yo lo único que sentí es ¨amortigada¨ en el cuerpo., como si el cuerpo estuviera dormido, fue cuando caminé rápido.-
Cronista - ¿Como, exactamente, sintió su cuerpo?-
Agapita - Como dormido. Por eso le digo, a mi me empujaba el aire, la luz.-
Agapita, a poco de ver la luz, fue interceptada por otro haz verde azulado que le dio escalofríos y una sensación de electricidad. En ese momento una fuerza extraña la levanta sobre el suelo, deja de sentir el pedregullo aunque sigue dando pasos.
Esa particular sensación externa la envuelve, incluso recalca insistentemente como las manos le quedaron pegadas al cuerpo, tal si alguien la aprisionara para levantarla, para ¨empujarla¨.
Da un salto por el aire que se extiende unos cinco metros de extensión.
No sabemos cuanto dura pero siente que la ¨sueltan¨ cuando vuelve a tocar tierra firme.
No deja de caminar, y una vez sobre la puerta experimenta un nuevo hecho, que la injerencia sobre su cuerpo continúa.

NO ME DEJABAN ABRIR LA PUERTA
Agapita toma las llaves, frente a la puerta y trata de ubicar desesperadamente el ojo de la cerradura.
Cuando intenta poner la llave siente un fuerte tirón en el brazo.
¨Me tiraba del brazo, aquí. Entonces me dije Dios mío ¿que es esto? No me dejaban echar llave.¨
Cronista - Describa ese tirón en el brazo.-
Agapita - Me tiró fuerte, como si alguien me agarrara, no podía echar la llave. Era como que estaba jugando mi brazo. Me agarré de la pared.-
Cronista - El codo le molestó después?-
Agapita - Lo sentí un poco ¨amortigado¨, me dolía el hombro.-
Cronista - ¿Que pasó después?-
Agapita - Eché llave, fui a mi dormitorio y me asomé por la ventana de mi pieza para ver la cosa esa.-
Cronista - ¿La luz seguía en el cerro?-
Agapita - Seguía girando, como si diera vueltas. Quedó ahí hasta que corrí la cortina y no la miré más.-
Cronista - ¿Con que compararía el tamaño de la luz; con una casa, un auto..., como era de grande?-
Agapita - Cuando la vi de mi casa y giraba, parecía grande, no se, como un coche, vio?-
Cronista - No supo si otros vieron lo mismo?-
Agapita - Nadie, no. Después mi hijo me dice que andarían cazando liebres, pero yo le dije que no, que la luz no era así, porque cuando van a cazar algo, la luz va girando despacito para que los cazadores puedan ver.
En cambio este no. Le dije que yo solo se que lo he visto bien. Solo yo se como me siento, porque me siento mal.-
Cronista - ¿Era luz solamente, o vio algo más?-
Agapita - Bueno, como le digo, por el miedo solo vi la luz clarita que me ha enfocado y ya no quise mirar para atrás.
Después sí, la vi desde la casa cuando giraba rápido, ahí en el cerro.-
Cronista - ¿Y la forma?-
Agapita - Redonda, bien redonda; como si fuera un globo que giraba.-
Cronista - Usted ¿que piensa que es?-
Agapita - Yo pienso...no se, me imagino que es eso que dicen, que andan los Ovnis.-
Cronista - Hay camino donde vio la luz?-
Agapita - Si, hay dos calles y unas casitas. Una es de mi hijo.-

Agapita no se hizo atender médicamente. Los dolores ya pasaron, las pequeñas molestias quedaron atrás.
Tiempo después de su vivencia aún le da inquietud caminar de noche.
Está absolutamente convencida que lo que vio y experimento fue lo más raro que le pasó en su vida.
Jamás, como dijimos, pensó que le tocaría en suerte, aunque ahora prefiere que no ocurra nuevamente.

ELCASO SILVIA AGUIRRE: Un tubo verde fosforescente

La testigo vive en el área sur de Cachi, frente al lecho del río Calchaquí que forma un pequeño valle fértil.
Desde su posición se observa claramente el área de cerro Tin Tin y Los Colorados.
A las 10,35 de la noche, tal vez once menos veinte, Silvia se encontraba en el fondo de su casa que da al área aludida, divisa sobre el lado sur del cerro Tin Tin una luz que describe como ¨luz no brillosa¨, opaca pero potente.
Esta peculiar definición de una luz es constante para buena parte de los fenómenos luminosos de la zona.
Algunos acuden a la semejanza que da observar un puñado de nieve o luz fría para referirse a que no destella, no emite haces, no tiene iridiscencia sino que recuerda un objeto claro iluminado por otra luz, ligeramente fluorescente, aunque intensa.
Esa ¨luz¨ se prendía y se apagaba intermitente y pausadamente, no como baliza continua.
Hizo esto cuando menos unos 15 minutos sin variar la posición aparente.
Aguirre no es la única testigo, otros vecinos que enfrentan sus viviendas en la misma calle que la suya se percataron de la singularidad y se reunieron para comentar apreciaciones.
La luz se pierde de vista en un momento, piensan que es posible que se oculte tras una quebrada aunque no la recuerdan como referencia geográfica.
Pero no habría de pasar largo rato hasta que repentinamente vuelve a aparecer pero a menor distancia, así lo juzgan por la nitidez del Ovni.
Ahora el objeto, tal su descripción, emite luminosidad fuerte ¨es parecido a ver la luz de una linterna directamente sobre la cara¨.
La sorpresa es general, en el grupo hay inquietud y cierto temor, pero insisten en observar debido a las peculiaridades del Ovni.
Efectivamente, el cuerpo lumínico parece flotar, desplazarse en el aíre desde una distancia menor a la originaria.
No es posible determinar dimensiones todavía, se trata de algo grande, sin dudas.
¨La luz siguió ahí y vimos que flotaba y flotaba, y se desplazaba.
En un momento se partió en dos.¨ ¨Estaba en el campo, enfrente, junto a las lomas.
Después que se partió en dos volvió a unirse y formó un rombo.¨

Detalles
No es posible para la testigo determinar si la luz original se partió o apareció repentinamente.
Una segunda luz se presentó en escena con las características inesperadas que suelen tener estos sucesos.
Las luces están una sobre otra, tienen color amarillo claro y son triangulares.
La forma la adquieren claramente cuando van moviéndose en dirección al río.
Allí notan que produce destellos rojizos.
Las 6 personas, incluida la testigo, quedan sorprendidas por el espectáculo que se desarrolla ante ellas.
Haciendo una estimación de distancia y altura de referencia, los triángulos alcanzan los 30 metros de longitud.
Su brillo es intenso aunque manteniendo la característica antes enunciada de ¨luz opaca¨.
Avanzan de este a oeste, dan la impresión que flotan no solo porque se los ve en el aire sino que ascienden y descienden suavemente en tanto marchan en dirección al río, que es la impresión que los testigos tienen que los cuerpos venían hacia ellos, causal de la inquietud principal.
Finalmente los dos triángulos se funden en una sola figura que concluye como un rombo.
¨Se lo veía perfecto¨ comenta Silvia, y debió ser la parte más impresionante de su observación.
La tonalidad se mantenía, aumentaron los destellos rojizos pero el objeto manifestó una particularidad, no solo flotaba y se desplazaba, la luz interior parecía ¨gelatina¨.
La alusión comprende la estructura o composición de la masa romboidal, dentro de ella la materia aparente recuerda a algo fláccido, cruzado por ondas o ligeramente flameante, como flamea una bandera al viento.
Esta contextura no rígida sino dinámica no alteraba el perfil exterior o forma romboidal, solamente se movía en su interior, como una pecera que contiene agua en movimiento, o como dice claramente Silvia: como una gelatina que se sacude levemente.
Es oportuno destacar que los objetos luminosos difícilmente den impresión de focos incorpóreos, salvo que posea haces que dificulten la definición.
En la zona de Cachi muchos cuerpos de luz opaca dan impresión sino igual semejante a la de este caso.
La verdad es que ¨luz¨ es un término aproximado al fenómeno por más que estén asociados a fuegos o centellas.
No se trata de combustión, ni aún los efectos de arco eléctrico o chispazos de soldadura son del todo aplicables como elementos de comparación aunque se aproximen.
Tuvimos la oportunidad de ver con prismáticos uno de esos cuerpos - caso que relataremos más adelante- y la definición más certera era la de ¨hielo¨, o como si viéramos la luna brillar en un fondo absolutamente negro sin ser afectado por su luz.
Insistimos sobre todo tipo de comparaciones porque justamente la definición de ¨luz¨en estos casos puede descartar combustión, fenómeno eléctrico, o todo otro parentesco con fenómenos naturales.
¿Como puede una luz opaca iluminar como el sol sin emitir haces? La falta de una definición ajustada se convierte en concepto de las características generales de la rareza.
Ahora esa luz indefinible aparenta una sustancia espesa y dinámica que irradia una claridad potente que tonifica los alrededores.
Al seguir su derrotero, la testigo señala que el rombo llega hasta los campos contiguos al río desde el lado este, ese es el momento de más claridad en la observación.
Dada su posición, ahora Silvia puede determinar que la longitud relativa del objeto supera en tamaño la altura de la pared que produce la quebrada al llegar al curso del río.
Esto es una medida superior a los 50 metros.
¨Claro, se veía muy grande, por eso me llamaba la atención.
Cuando llego a esos campos era tan claro y luminoso que a muchos les dio miedo y se metieron adentro de sus casas.¨
Otros quince minutos aproximados se suceden durante este proceso, desde la segunda aparición hasta que toma la forma de rombo y se traslada lentamente hacia el norte, moviéndose en diagonal por la vera del río para el lado de Barrio Lujan que está a la entrada de Cachi aunque no hay seguridad que haya salido de la margen este del Calchaquí.
En este lento proceso de fuga en que el objeto acorta la distancia relativa entre él y los testigos, divisan un reflejo claro, elíptico, sobre el suelo, tal como si el rombo proyectara un haz luminoso hacia abajo.
Ese reflejo se hace más notorio casi al perderse sobre el barrio Lujan e incluso lo perciben una vez que el cuerpo se pierde de vista, solo unos momentos.
Presas de dudas y fascinación intentan seguirlo con la vista pero el paisaje lo oculta definitivamente.
Luego se quedan hasta las 00,30 en espera que algo más suceda, infructuosamente.
Todo el evento duró media hora.
La impresión que tiene Silvia fue compartida por los restantes testigos: ¨Parecía saber donde estábamos, que nos miraba, por eso nos asustamos cuando vino hacia nosotros.¨
La apreciación está justificada, desde el fondo del paisaje el objeto enfiló hacia el río quedando frente a los testigos, los únicos que por otra parte presenciaron el proceso porque no hubo otras referencias a pesar de la magnitud de masa y circunstancia, otra cosa frecuente entre las rarezas de este tipo.
Pero tan importante como la observación es el lugar de aparición.
Muchos puntos geográficos son claves y anteriores experiencias de la propia Silvia Aguirre lo confirman.
¨En ese mismo lugar, ahí derecho -entre cerro Tin Tin y Los Colorados- vi como cayó un tubo.
Era una cosa verde, fosforescente que se clavó en la tierra.¨
Gaceta: -Describa el color.-
Aguirre: -Un verde azulado-
Gaceta : - ¿ Sintió algún sonido?-
Silvia: - No, no. Vino de arriba aunque me di cuenta tarde, vi que se perdía abajo. Fue en diciembre, poco antes de las fiestas-
La observación duró unos instantes pero recuerda claramente que era algo de buen tamaño y la luz que tenía.
Le causó extrañeza que se hundiera en la tierra sin emitir ruidos de choque.
Silvia hace una comparación recurrente en la zona.
¨Lo que vi no era el farol, el farol es distinto, yo vi uno.¨
¨Yo vivía abajo, en las casas del campo que dan al río, casi sobre la ruta 40 que va a Seclantás. Fue hace mucho tiempo.¨
¨A eso de las 07 de la mañana, mientras caminaba, lo vi. En comparación a las otras cosas el farol es una cosita pequeña aunque la luz es similar, tiene esa opaquez...Es un amarillo opaco, bien opaco.¨
¨Lo tuve a 10 o 15 metros. Salí a tomar el colectivo cuando hacía mi residencia en Cachi Adentro. Lo vi andar a los saltos, incluso saltó una tapia.¨
El suceso ocurrió siete años atrás.

EL CASO OMAR GONZA: Un OVNI flotando sobre la quebrada

Entrevista con el testigo
Omar - Fue antes del festival, estaba trabajando en la confitería todavía - bar propiedad de Martín Oliver- y me iba a dormir a la casa de mi novia, eran la 01,00 de la mañana. Conversé con ella y nos acostamos. Pero a eso de las 02,00 de la madrugada comenzó a ladrar un perrito chiquito de la casa que nunca sabía hacer eso. Ladró en la puerta hasta que me levanté y lo saqué a la calle, a fuera.-
Gaceta - ¿Donde estaba el perro?-
Omar - Yo tengo una pieza ahí, pero hay otra que falta terminar - y que comunica a la calle y que a modo de puerta hay colocada una madera que cubre la entrada hasta la mitad de la abertura-. El perro estaba ahí. Salgo de la pieza y lo tiro afuera -por la abertura superior- por que la puerta no está terminada. Entonces vuelvo a acostarme, en eso el perro ladró otra vez y rasguño la puerta, no sabía por qué.-
Gaceta- ¿Estaba inquieto?-
Omar - Sí, y le pregunté a mi novia que estaría pasando que el perro se ponía así. Me vuelvo a levantar de la cama, voy a la puerta, lo meto adentro y lo reto (reprendo ) otra vez. Lo saco a la calle, cierro bien la otra puerta (de calle) y regresé a dormir. Y...otra vez vuelve el perro a molestar, por tercera vez, pero lloraba más fuerte y rasguñaba la madera, entonces me levanto ya pensando que éste (el perro) quiere algo, que algo le está pasando...
¨Me levanto, me pongo la ropa y salgo. Abro la puerta y veo al perrito que estaba con los ojos así (llenos de lagrimas) como diciéndome vení a ver esto, lo que hay acá. Entonces salgo, saco la tabla (que cubre la abertura sin terminar), y el perro sale adelante mío, como llevándome. Yo fui atrás de él mirando para el suelo, mirándolo andar. Llegamos hasta la quebrada, levanto la vista (repentinamente) y ahí estaba...era algo impresionante, no se...me quedé sin habla, no me podía mover, me quedé helado del todo.¨
Gaceta - ¿Como era lo que viste?-
Omar - Sí, vi luces rojas y verdes...-
Gaceta - ¿Eran varias?-
Omar - Era una sola cosa que tenía esas luces. No se veía bien porque era de noche, y yo me he quedado así (paralizado), y era grande, tenía siete metros de diámetro, más o menos...no sé...-
Gaceta - ¿Donde estaba el objeto, concretamente?-
Omar - Estaba posado sobre la quebrada. No estaba posado, estaba flotando y cuando lo veo quise darme vuelta para ir a avisarle a mi novia y no...no podía. Era algo así como si me quedara quieto, no me movía aunque hacía fuerza. Reaccioné, quería hacer fuerza y me movía lentamente, lentamente pero hacía mucha fuerza. Me vinieron lágrimas en los ojos...y quería correr y no podía, era una cosa que me estaría agarrando (aprisionando), que me atraía ahí. Yo solo miraba...entonces me suelta, y casi me caigo pero apoyé la mano (en la tierra) y salí corriendo para avisar, que vinieran a ver lo que he visto, bueno....no lo podían creer. Cuando salí con mi novia ya no estaba, desapareció completamente, no se...-
Gaceta - ¿Sentías que no te podías mover por el miedo, o que había algo que no te dejaba mover?-
Omar - Era ¨algo¨ que no me dejaba mover porque yo hacía fuerza y era como si me tuvieran agarrado...-
Gaceta - ¿Como sentías el cuerpo?-
Omar - Sentía algo así como un escalofrío, sentía miedo, se me hizo un nudo en la garganta, realmente quedé sin habla...no podía gritar...-
Gaceta - ¿Recordás si hacía frío?-
Omar - Yo sentía frío pero la noche estaba calurosa, fue dos días antes del festival, el jueves a la noche y hacía calor.-
Gaceta-¿Cuando intentabas moverte sentías dolor, o solo estabas rígido?-
Omar - Yo me podía mover si lo intentaba, pero había una cosa que me sostenía. Quería moverme pero todo...me movía lentamente.-
Gaceta - ¿Mirabas el objeto mientras tanto?-
Omar - Cuando quería darme vuelta, como decir en cámara lenta, miraba, lo observaba...Era una cosa que estaba ahí, flotando, pero no tenía ningún ruido, todo era silencio absoluto.-
Gaceta - ¿Iluminaba?-
Omar - No tenía un reflejo fuerte, pero...se lo veía. No iluminaba alrededor.-
Gaceta - ¿Notaste que durante tu parálisis hubo algún cambio en la luz?-
Omar - No, todo fue así (igual), no cambió. Eso fue lo que me quería retener (el objeto), no se...-
Gaceta - ¿Podías ver alguna forma?-
Omar - Vi luces que podían ser así (hace un círculo con las manos), medio redondo, no muy alto, pero redondo era...como 7 metros de diámetro, pero de alto no tendría más de 5 metros.-
Gaceta - ¿Ovalado?-
Omar - Sí. Estaría a 2 metros del suelo, metro y medio. Yo estaba a 14, 15 metros.-
Gaceta - ¿Cuanto duró la sensación de parálisis?-
Omar - Serían 20 segundos, 25...Cuando lo vi quería gritar y no podía, entonces comencé a hacer fuerza para avisar, para que lo vieran, pero mi novia dice que no me vio.-
Destacamos que la ventana de la casa, donde miraba la muchacha, da su vista a la exacta posición donde se encontraba Omar mirando el objeto, aún así dijo no verlo, cosa que normalmente, a una distancia no mayor de 15 metros parece imposible ya que de fondo, a unos 100 metros hay una línea de casas y faroles callejeros que facilitan aún más el ver a una persona en la misma posición que Omar se hallaba.
La posición del testigo es sobre un barranco que da a una quebrada, se hunde el terreno más de diez metros y sobre este lugar el Ovni se hallaba estacionado. Es probable que por su altura no lo viera, pero el joven jamás descendió.
Gaceta - ¿Tu novia no veía el objeto?-
Omar - No porque estaba en el barranco, y eso estaba abajo, al lado de la calle. Ella me dijo que cuando yo salí me vio que yo iba atrás del perro, y llegué hasta ahí. Después me perdió de vista, ella estaba en la cama, sentada, mirando por la ventana y yo llegué gritándole que viniera a ver. Salió en camisón y nada...-
Gaceta - Cuando comienzas a sentir la parálisis: primero estabas parado y después la sentiste, o esto ocurrió cuando caminabas?-
Omar - Fue cuando levanté la mirada. Cuando el perro se para veo unas luces adelante y ahí me quedo. Justo apenas lo miré.-
Gaceta - ¿Como siguió tu experiencia?-
Omar - Después de ver hago fuerza y regreso para avisarle a ella, y cuando volvemos a la quebrada ya no había nada, no había ni señas de nada.-
Gaceta - ¿Y luego?-
Omar - Bueno...volvimos a la pieza (habitación) y...te juro que me quedó una cosa acá en la mente que...estaba asustado, no podía dejar de llorar. Esa noche la pasé llorando. Soñé que me aparecía acá, en el pueblo, que venían muchos, de a 10 o de a 20. Llegué a soñar que bajaban en la plaza de Cachi, y cuando Antonio me dijo que ustedes iban a venir, ayer, anoche volví a soñar. Cada vez que me acuerdo o me preguntan me da dolor en la cabeza.-
Gaceta - Luego de ver eso, ¿te dolió la cabeza?, ¿sentiste nauseas?-
Omar - No, solo dolor de cabeza.-
Gaceta -...No pudiste superar eso...-
Omar -Al principio decía no, no creo en eso, bueno...hay que ver para creer, y lo vi de sorpresa...-
Gaceta - ¿Que hacían las luces?-
Omar - Se apagaban y se prendían.. Se apagaba la verde y se prendía la roja, tipo baliza.-
Gaceta- La sensación de frío, ¿cuanto duró?-
Omar - Cuando hice fuerza ahí se me pasó, pero el miedo se me quedó acá, en la nuca, y un nudo en la garganta.-
Gaceta - En algún momento de tu vida ¿sentiste algo parecido?-
Omar - No, jamás, nunca lo había sentido antes.-
Gaceta - ¿Alguna secuela, dolor, problema físico...te podías mover bien después de que pasó?-
Omar - No, solo el dolor de cabeza.-
Gaceta - Que hizo el perro ¿lo viste?-
Omar - Cuando levanté la vista lo perdí, no lo vi hasta el otro día. Estaba bien.-
Gaceta - ¿Podrías pensar que el perro te llevó ahí?-
Omar - Sí, fue así, como diciéndome que fuera, que vayamos a ver lo que hay, rasguñaba la puerta y lloraba hasta que fui.-
Gaceta - ¿Tenes una relación de afecto con el perro?-
Omar - No, nunca, no mucha..es el perro de mi novia. La primera vez que hizo algo así fue esa noche.-
Gaceta - ¿Por qué saliste a las 02 de la madrugada?-
Omar - Porque mi papá me contó que los perros presienten cosas como temblores. Cuando el perro rasguño la puerta me acordé de eso y salí a ver que pasaba. Pensé que algo raro estaba pasando. Yo creo que el perro me quería llevar.-
Gaceta - Que hizo concretamente...-
Omar - Primero me miró como con lagrimas en los ojos, después salió directo para la quebrada y baja un poco. Cuando vi eso ya lo perdí de vista...-
Gaceta - Las luces ¿se veían bien?-
Omar - Sí, Se apagaban unas y prendían otras, todo alrededor.-
Gaceta - ¿Como hacen los carteles luminosos?-
Omar - Sí. No había otros colores. Rojo y verde. Se notaban bien aunque no eran fuertes. Es como si algo iluminara una cosa, pero se veían bien.-
Las luces se movían de izquierda a derecha alrededor del objeto a una velocidad media.

El testigo sigue pensando que lo que le impresionó es que una cosa así no hacía ningún ruido.

EL CASO JOAQUÍN DELGADO: Un trompo luminoso

Para el invierno de 1999 las casas nuevas del barrio no existían. El sector este que da al fondo de la vivienda de Joaquín Antonio Delgado estaba visualmente despejado, razón por la que su observación fue en campo abierto a pesar de la cercanía del objeto.
En ese tiempo Joaquín estaba empleado para custodiar una antena de comunicaciones cercana. Hacia frió, por eso estaba dentro.
Eran las 23 horas, aproximadamente. Conversaba con su esposa que se hallaba recostada cuando sintió al pequeño perro blanco que cuidaba, ladrar insistentemente.
Lo primero que Joaquín pensó es que había venido gente, por eso salió a la calle para ver.
Lo que encuentra está lejos de ser reconocible. Se trata de un objeto oscuro, similar a un trompo, de grandes dimensiones. Se halla detenido a no más de cien metros de su posición, por eso puede apreciar detalles.
Está suspendido en dirección este, se mantiene a una altura de pocos metros sobre el suelo, no emite sonidos y la estructura principal es oscura.
¨Sí, estaba justo ahí. Era una cosa grande, con forma de trompo ( rombo), y tenía luces que giraban alrededor, para un lado y para otro, de todos colores.¨
Las luces que describe Joaquín se disponían en hileras horizontales que abarcaban casi todo el cuerpo.
No le es posible decir cuantas filas de luces había, pero eran muchas y muy claras. Esas luces, como dice el testigo, giraban alrededor del rombo, pero una fila lo hacía de izquierda a derecha, y la siguiente, de derecha a izquierda, lo que lo hacía más extraño e impresionante considerando el telón oscuro de fondo.
¨Sí, era como un trompo, de la altura del palo que se ve ahí (y señala un poste de luz de unos 10 metros aproximados, por lo que se supone que tenía similar altura).¨
El testigo refiere que lo vio unos instantes apenas. Visiblemente impactado, lo primero que piensa es en llamar a su mujer que está acostada.
¨Cuando lo veo me sorprendo. Lo miro bien, voy para la casa, entro a mi pieza y le digo a mi señora que se levante, que hay un Ovni. Se levanta de la cama, se pone un batón y sale, pero no llegó a verlo.¨
Joaquín sale primero que su esposa y ve como se pierde.
¨Estaba quieto, ha hecho...ssssst....y salió rapidísimo, impresionante.¨
Cuando el objeto prácticamente desaparece de su vista deja una estela nebulosa que dibuja un espiral en el aire, como si el trompo se hubiera elevado verticalmente a manera de tirabuzón, realizando un movimiento espiral de fuga.
No refiere ruidos ni sensaciones extrañas. Dice que sabe de la forma porque las luces contorneaban la figura del objeto. Lo que sí es de destacar es que el perro lo percibió.
Toda la vivencia no pudo superar el minuto, desde que lo ve hasta que lo pierde.

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