Thursday, April 27, 2006

Su secretario personal lo confirma: Juan XXIII, ¿un Papa contactado por extraterrestres?

Se comenta hace tiempo que en una caminata veraniega en la estancia de Castelgandolfo en el año 1961, el Papa Bueno habría recibido la visita de un ser extraterrestre que le entregó importante información sobre el futuro de la humanidad. Aunque era un secreto a voces, su secretario personal decidió hacerla oficial 20 años después de la muerta del prelado, señalando que tanto él como el Pontífice, lo consideraron una contecimiento celestial. El Papa también habría reciibido importantes mensajes d ela Virgen María, los que fueron consignados en un diario.

Por: Camilo Valdvieso
Copyright TERRA Networks Chile/2005

Se dice que en el año 1935, mientras se celebraba un ritual de iniciación en un templo de Rosacruz, uno de los allí presentes se puso a hablar con una voz que no era la suya. El gran canciller de la Orden transcribió todo lo que el hermano decía, y que en 1976 se publicó en un libro titulado “Le profezie di Papa Giovanni”. El hermano no era otro que Angelo Roncalli, arzobispo de Mesembria, que más tarde accedería al pontificio con el nombre de Juan XXIII.

Juan XXIII ha sido considerado uno de los Papas más queridos de la Iglesia. Este pensador y estadista comprendió que la estructura de poder del Vaticano estaba totalmente obsoleta, y que la misma economía dentro de este Estado independiente llegaba a ser poco transparente. Sin embargo, el esfuerzo que hizo fue en vano, ya que antes que establecer nuevas guías, falleció.

El día antes de ser ordenado sacerdote y de ser ungido como tal, el entonces joven Angelo Roncalli hizo en Roma algo muy extraño. Con el padre Luigi del Rosario, recorrió la ciudad en un largo peregrinaje. Visitó primeramente San Juan de Letrán, la basílica de los misterios; allí subió de rodillas la escalinata santa, la que subió Jesucristo para presentarse a Pilatos, y que Elena, la madre del emperador Constantino, mandó trasladar de Jerusalén a Roma.

Sin embargo, uno de los eventos que más han marcado la vida de Juan XXIII fue una extraña experiencia vivida en su estancia veraniega de Castel Gandolfo, en el año 1961. Aunque era un secreto a voces, su secretario personal decidió hacerla oficial 20 años después de la muerta del prelado.

"El Papa y yo estábamos caminando a través del jardín una noche del mes de julio de 1961, cuando observamos sobre nuestras cabezas una nave muy luminosa. Era de forma oval y tenía luces intermitentes, de un color azul y ámbar. La nave pareció sobrevolar nuestras cabezas por unos minutos, para luego aterrizar sobre el césped, en el lado sur del jardín”, narró el secretario.

"Un extraño ser salió de la nave; tenía forma humana, a excepción de que su cuerpo estaba rodeado de una luz dorada y tenía orejas más alargadas que las nuestras. Su Santidad y yo nos arrodillamos. No sabíamos lo que estábamos viendo, pero supimos que lo que fuese no era de este mundo, por lo tanto, debía ser un acontecimiento celestial."

“Rezamos, y cuando levantamos nuestras cabezas, el ser todavía estaba allí. Esto nos comprobó que no era una visión lo que vimos. El Santo Padre se levantó y caminó hacia el ser”, añadió el asistente. "Los dos estuvieron alrededor de 20 minutos uno frente al otro; se los veía gesticular, como si hablaran, pero no se sentían sonidos de voces. Ellos no me llamaron, por lo que permanecí donde estaba y no pude oír nada de lo que hablaron".

Prosige diciendo que "luego, el ser se dio la vuelta y caminó hacia su nave y enseguida se elevó. Su Santidad dio media vuelta hacia mi y me dijo: ¡Los hijos de Dios están en todas partes; aunque algunas veces tenemos dificultades en reconocer a nuestros propios hermanos¡".

Aunque la experiencia parece increíble, el secretario nunca supo que fue lo que habló Juan XXIII con este misterioso persdonaje, y siempre se ha especulado con algunas revelaciones que le habría hecho el visitante cósmico.

Cabe destacar también que luego de aquella experiencia, eran continuas las manifestaciones de luces en los cielos mientras el Papa y su asistente hacían sus paseos nocturnos. Al parecer, había una conexión muy directa entre estos seres y el monarca papal.

Apariciones divinas

Aunque la experiencia que lo relaciona con extraterrestres es la más llamativa, se sabe que este místico Papa tambiñen habría experimentado ciertos estados de éxtasis en los que supuestamente vio a la Virgen María.

El primer encuentro entre Dios y Juan XXIII ocurrió el 12 de febrero de 1959, luego recibió otra visitas en donde Dios y la Virgen hacían una revelación sobre el trágico futuro que le esperaba a la humanidad. Todo fue consignado en un diario.

En él, el Papa habla del asesinato de un líder político muy importante y de la entrada de un país muy poderoso en una guerra que nunca ganaría. También habla de los conflictos entre Israel y Palestina. Juan XXIII también menciona que Dios le obligo a guardar silencio hasta que llegue el momento adecuado.

Habla también de la caída del comunismo, de las guerras en varias naciones de la Europa del Este, de la terrible hambruna que asolara el planeta después de los años 90, y de una nueva y terrible enfermedad que devastara el mundo a partir de 1984 (el Sida).

El 2 de julio de 1962, Juan XXIII recibió la ultima visita de la Virgen, quien le dio noticias alentadoras para un mundo destruido. Le comunicó que la alegría seria traída por extraños visitantes que aparecerán en la Tierra venidos de otros planetas a sembrar la paz. También le anunció que se podrá ver en el cielo la imagen del Mesías, y anunció el comienzo de un segundo paraíso en el planeta Tierra.

Mientras tanto, la Iglesia no se pronuncia.

Tuesday, April 25, 2006

La estancia La Aurora

¿Quién no ha escuchado hablar de la estancia “La Aurora”, en el departamento Salto de la República del Uruguay?. ¿Quién no se ha preguntado respecto al grado de veracidad de los sucesos, según se dice, allí ocurridos?. A partir de una secuencia de apariciones OVNI, la finca, propiedad de la familia Tonna ha recibido un aluvión de visitantes, investigadores y turistas de los cuatro confines del globo, que, en ocasiones más que reiteradas, han relatado observaciones de entidades humanoides, luces espectrales, extrañas distorsiones del tiempo y del espacio...

En estos últimos casos, uno se siente tentado de abordar una explicación parapsicológica de los fenómenos de la estancia uruguaya como generaciones ectocoloplasmáticas, “tulpas” o egrégoros, o “infecciones” telepáticas inconscientes, como si la extrema tensión vivida en la zona gatillara reservas de energía del inconsciente colectivo que se exteriorizaran materialmente.

A principios de 1991, un matrimonio cuyos datos, por expreso pedido de los mismos, mantenemos en reserva –lo que invalida el fraude o la mitomanía, donde la publicidad, amén de encontrarse con algunos dinerillos, es siempre la dominante– oriundos de la ciudad de Santo Tomé, provincia de Santa Fe, Argentina, viajó a la Aurora, en compañía de su pequeño hijo de tres años. Tras dos días sin grandes novedades, deciden improvisar un picnic, antes de despedirse del lugar, en el ya famoso monte de eucaliptus. Allí se les reúne un pequeño cabrito, y comienza la historia.

El padre obtiene varias fotos de su hijo jugando con el animal, una de ellas, la que reproducimos, donde el pequeñuelo fue recortado de la misma fotografía (tal la insistencia de sus padres en no ser reconocidos). Se observa al cabrito parado sobre sus dos patas traseras y al contemplar la copia algo llamó poderosamente la atención del matrimonio. Algo de lo que tienen la más absoluta seguridad que no estaba allí cuando se tiró la placa –atendiendo sobremanera al hecho de que cuidaron de dejar el lugar en las mejores condiciones de limpieza– y que parecía, a simple vista, uno de esos duendecillos o gnomos de los cuentos infantiles. En plan de averiguar de qué se trataba, nos trajeron la fotografía.

Reconocemos que de no inspirarnos confianza estas personas, seguramente la habríamos dejado dormir en el fondo de algún atestado cajón de nuestro escritorio. Pero les creímos. Esto puede ser muy subjetivo, de acuerdo, pero no es pecado, y a lo largo de estos años creemos haber desarrollado un particular olfato para saber cuándo somos víctimas de un fraude o no. Así que nos sentamos a poner en orden algunas ideas.

La impresión de “duende de historieta” se vio ampliada junto con la nueva copia. No somos particularmente reacios a admitir que en este universo el espíritu y la inteligencia pueden manifestarse de formas alternativas a las del hombre, lo que es lo mismo que decir que no nos repugna la posibilidad de que ciertos seres, “elementales”, coexistan con nosotros.
Pero tocados con gorro frigio, de rostro abotagado y abdomen prominente...

Claro que alguno puede preguntarse, lícitamente y después de todo –si por un momento aceptamos la existencia de estos humanoides– que las versiones renacentistas, barrocas y románticas también tuvieron origen en declaraciones testificales, y si a estos geniecillos se les ocurre andar por el mundo vestidos de esa manera, no somos estos servidores árbitros suficientes de la moda en dimensiones paralelas.

Pero se nos ocurre otra posibilidad, tal vez más seria (lo que no es más que un eufemismo para disfrazar nuestra reaccionaria actitud de rechazar hipótesis demasiado audaces). En Parapsicología conocemos un fenómeno llamado ectocoloplasmía, masa de ectoplasma –esa sustancia exudada por ciertos dotados– que adoptan una forma específica. Algo así como una ideoplastia o un tulpa, expresión tibetana para referirse a las formas de pensamiento. También hemos tomado debida nota de la relativa facilidad de obtener escotofotografías (literalmente: “fotografías en la oscuridad”) o, más correctamente, psicofotografías, como las de Ted Serios y otros. Así que la teoría es sencilla: el intenso deseo de los testigos por ver algo, o las energías remanentes de los grupos que visitan –en ocasiones con un alto nivel de dolor, estrés y esperanza– el lugar, podría haber creado esa fantasmagórica aparición, alimentada en recuerdos infantiles (porque, después de todo, ¿qué buscamos los amigos de lo insólito, sino satisfacer los sueños del niño que llevamos dentro?) y significando que entre el mundo de las ilusiones mágicas y el de la prosaica realidad cotidiana existe un vaso comunicante: el que duerme en los estratos más profundos del inconsciente del hombre.

En el Uruguay también habrían entradas al intramundo, aunque algunas son definitivamente de carácter dimensional, como las que se abren ocasionalmente en la Estancia la Aurora en Salto.

En la Estancia la Aurora, cuyo suelo es rico en cuarzos y cristales diversos, llega a concentrarse cada cierto tiempo una gran energía la cual colapsa el espacio-tiempo abriendo una puerta o ventana dimensional, a través de la cual los extraterrestres salen con sus naves o se proyectan, y suelen percibirse en los alrededores seres de luz, o siluetas luminosas con las que se puede establecer un contacto.

Allí no habría una ciudad intraterrena llamada Aurora, pero sí un portal interdimensional con el que se puede conectar con otra realidad quien ha despertado sus potencialidades y posee la vibración adecuada.

Nuestra experiencia en La Aurora. Por Bolinfo de Carlos.

A fines de noviembre de 2004 tuvimos la oportunidad de ser parte de un grupo de cuarenta personas que pasaron ese fin de semana en las termas de Dayman, a pocos kilómetros de Salto (Uruguay). Algunos de ellos llegaban con visibles síntomas de enfermedad.

En la mañana del sábado por ruta y luego por camino de tierra, fuimos a visitar la gruta del Padre Pío. Se podía apreciar la "energía" del lugar.

Recorrimos en silencio un sendero de quinientos metros, en los que se podían leer carteles que daban indicaciones o que invitaban a orar.

En respetuoso silencio y en fila esperábamos llegar hasta la imagen del Padre Pío. Algunos con un rosario en sus manos, otros tenían fotos de familiares, tal vez enfermos, otros llevaban peticiones escritas.

Al estar frente a la imagen nos conmovimos, sentimos emoción, se nos llenaron los ojos de lágrimas. Percibíamos la devoción, la fe de los que allí estaban...

En ese momento recordamos que Giorgio Bongiovanni recibió en ese mismo lugar uno de sus estigmas. Que el astronauta Neil Armstrong había estado aquí por varios meses en busca de los misterios de La Aurora...

Al volver vimos un grupo que meditaban sentados en círculo.

La guía juntó al nuestro y nos dijo que haríamos un ejercicio de liberación, que consistía en dejar en ese lugar todo los que nos aquejaba. Con los ojos cerrados comenzamos, pensando en todo lo que quisiéramos dejar. No pudimos precisar el tiempo que nos llevó realizar el ejercicio...

Una de nuestras compañeras comenzó a llorar desconsoladamente, inmediatamente fue atendida por los ayudantes de la guía.

En lo personal, al comenzar el ejercicio teníamos una sensación de congoja, de llanto reprimido. Al finalizar comprobamos que podíamos respirar profundamente. La sensación era de plenitud.

Después de almorzar, comenzó a llover. Los planes de volver al lugar por la noche se estaban diluyendo. Fuimos invitados a participar de un trabajo de sanación que llevó parte de la tarde. La experiencia fue muy intensa y a partir de ahí comenzamos a ver la mejoría, por lo menos en aspecto, de algunos integrantes del grupo.

A las cinco de la tarde vimos un enorme arco iris y la lluvia cesó. Volvieron nuestras esperanzas de ver las "luces". Después de cenar, subimos al ómnibus y nos dirigimos a La Aurora. Algunos comentaban sus experiencias anteriores, otros se mantenían expectantes.

El chofer del ómnibus nos informó al llegar al camino de tierra que sería imposible entrar en él, ya que el peso del vehículo no ofrecía seguridad. Luego del silencio y la sorpresa, empezamos a oír voces que insistían en ir igual, pero caminando.

Parte del grupo se quedó en el ómnibus. La otra, que éramos más de la mitad, por el camino embarrado y alumbrados solo por la luna llena comenzamos la caminata. Los más veloces llegaron en cuarenta minutos, otros tardamos cincuenta.

Cuando llegamos, vimos al primer grupo que se encontraba mirando el cielo y en silencio, hacia el sector donde se encontraba la luna. La guía comenzó a llamar los "seres" del lugar y vimos primero una luz que se movía a cierta altura cerca de unos árboles. Luego desapareció, al rato volvió pero esta vez acompañada de otra. Ambas se movían de distinta forma. Cuando le dábamos las gracias, parecían aumentar la intensidad del brillo.

Habremos estado una hora viéndolas, hasta que nos vinieron a buscar en autos, los que tuvieron que hacer varios viajes. Nosotros nos quedamos, fuimos los últimos en irnos. Sin antes ver otra luz que era distinta a las anteriores. Parecía tener forma de rombo, emitía una luz rosada y era muy brillante. La guía nos recomendó que volviéramos.

Comentarios finales.

Podemos afirmar que las "luces" no eran de aviones o autos, porque hacia donde mirábamos solo había campo. Tampoco creemos que hayan sido ovnis.

Se ha informado por gente del lugar y en publicaciones, que dentro de los campos de La Aurora, la colisión de un ovni provocó la destrucción de un árbol. Que ese sector sería la entrada a un portal interdimensional o como dicen otros a un mundo intraterreno.

Supimos además que la NASA vino a investigar y medir con sus aparatos el lugar, al recibir noticias de que tiempo atrás, los animales que se acercaban al árbol morían inexplicablemente y quedaban sus cuerpos como deshidratados.

Creemos que las "luces" corresponden a seres de luz. Se los llamaba por su nombre. Recordamos a Maia que era médica ginecóloga y al Padre Pío.

En cuanto a los que habían llegado con enfermedad, pudimos notar que se los veía revitalizados, de buen humor y con ganas de vivir. En lo personal notamos un significativo cambio de ánimo, ausencia de cansancio, a pesar de la intensiva actividad que desarrollamos. Hemos decidido regresar proximamente.

Los archivos abiertos de La Aurora

Luego del programa especial de "Vidas" sobre la estancia La Aurora, Facundo Ponce relata lo visto, lo sentido y lo inexplicable de un lugar y rodaje muy peculiar, que atrajo incluso a la propia NASA. El programa "Vidas", conducido por Facundo Ponce de León y producido por Contenidos TV para Canal 12, se caracteriza por ofrecer una mirada distinta sobre las historias de distintos personajes.

En su última emisión, mucha gente quedó impactada por el programa especial sobre la mítica estancia La Aurora, donde se reportan desde mucho tiempo atrás avistamientos de OVNIS. A causa de los innumerables testimonios el lugar se convirtió en el destino de peregrinación de un grupo de creyentes en fenómenos extraterrestres o paranormales.

En la emisión de Vidas, Facundo Ponce De León hizo un verdadero trabajo de campo entre el círculo de personas que frecuenta la estancia, con el gran mérito de no ser obsecuente ni condescendiente con el fenómeno, intentando escarbar qué tipo de fascinación ejerce el lugar. El momento más impactante del programa fue el final, donde la cámara pudo captar unas luces inexplicables, imposibles de pertenecer a un auto o a una casa, y con cierto movimiento. Los equipos también registraron varios sonidos indefinidos, a modo de zumbidos y ráfagas de aire.

Con Facundo Ponce de León charló El Portal, intentando descubrir qué sucedió realmente en un lugar en el que muy pocas cámaras entran. Más allá del fenómeno OVNIS en el tapete, la idea fue registrar sus sentimientos e impresiones sobre un lugar peculiar que sigue despertando fascinación, más allá del escepticismo que unos u otros puedan tener.

- ¿Por qué la dieta especial que te hicieron seguir, cuál es el motivo que te dieron y qué relación tiene con los contactos con extraterrestres que diferentes personas aducen tener?

Facundo: Según ellos, la dieta es para prepararte para el avistamiento. Se da a tres niveles: físico, espiritual y mental. La dieta consiste en no comer carne y una serie de alimentos por una semana, sumado a 36 horas de ayuno completo antes del día en que se va a la estancia. Le llaman preparar el cuerpo. La parte espiritual y mental refiere a ejercicios de lo que llaman "mantralización", una suerte de yoga, según ellos necesario para poder presenciar los avistamientos

- Pero dicha dieta, sumada al ayuno, ¿no generará un estado físico propicio a sufrir ciertas visiones ? ¿No será esa la explicación de los avistamientos de OVNIS?

Facundo: En mi caso en particular no se generó ningún estado alucinatorio. Yo hice un sacrificio muy grande con la dieta pero lo que yo vi fue presenciado también por el resto del equipo de Contenidos TV, que no hizo ningún tipo de ayuno.

- ¿Cómo llegaste a establecer ese grado de confianza entre personas que conforman un círculo muy cerrado?

Facundo: No es cerrado en absoluto, ellos reciben en forma abierta a cualquier persona que quiera ir. En cuanto a la confianza se generó naturalmente en la relación que establecimos durante el rodaje.

- En vistas de tu experiencia, ¿qué cambió en tu percepción del fenómeno de La Aurora entre el Antes y el Después del programa?

Facundo: Antes de la nota era completamente escéptico. Ahora eso es relativo. No te digo que creo, pero sí se produjo una apertura en mi forma de pensar. No afirmo que haya OVNIS en La Aurora, pero sí estoy dispuesto a conceder la idea de vida en otros mundos. Se generó una duda, una forma distinta de ver las cosas gracias al rodaje. Es decir, no creo en muchas cosas de las que dice Rafael (el personaje central sobre el que trató el programa), como sus levitaciones, su contacto con extraterrestres, pero no tengo duda que él realmente cree en ello, en que es sincero.

- ¿Lo que se vio a finales del programa lo percibiste de igual forma mediante tus propios ojos? ¿Cómo lo definirías?

Facundo: Lo que vimos no es exactamente igual, porque la cámara al hacer foco genera cierta sensación de movimiento, pero en vivo nos impactó muchísimo y lo apreciamos con claridad. Todos vimos las luces en el horizonte y es cierto que no podía tratarse de una casa o un auto, y te da esa idea de tratarse de una nave. Es decir, nosotros no lo podemos explicar, aunque las personas del grupo estaban convencidas de que se trataba de una nave extraterrestre.

- A la luz de lo vivido, ¿considerás que todo es charlatanería o creés que algo pasa allí?

Facundo: Indudablemente es un lugar especial, y eso se siente ni bien llegás allí. No se trata de creer en Ovnis o extraterrestres, pero notás una energía muy especial, dicho esto sin misticismo alguno. Cada lugar al que uno va tiene una atmósfera particular, desde un bar hasta un cumpleaños o una reunión con amigos.

En La Aurora nosotros sentimos algo muy especial, sobre todo en la gruta del Padre Pío, donde el aire tiene cierto espesor. Quizá es a causa de la sugestión que yo mismo creé en la previa del programa, pero lo cierto es que no es cualquier pedazo de tierra perdida en el Uruguay. Algo es muy distinto, pero no sé por qué.

- En el programa no sólo se vio una luz, sino también una serie de sonidos, ¿eso fue agregado en la edición?

Facundo: para nada. Con eso pasó algo rarísimo. No sabemos cómo se colaron los ruidos, pero nos dimos cuenta en la sala de edición. No lo podemos explicar ni por fallas técnicas ni por nada que hayamos escuchado ahí. Era como una ráfaga de aire y decidimos dejarlo, pero no los agregamos nosotros y no sabemos cómo se dio, fue bastante impactante sentirlos. Con respecto a lo que vimos, para los creyentes era algo normal, ellos no dudaban en atribuirle origen extraterrestre. La explicación de ellos es la siguiente: cada uno cree lo que quiere creer, o ve lo que quiere ver. Nosotros quizá interpretaríamos en forma distinta lo que perciben.

- ¿Cómo es la historia de la NASA, realmente estuvo allí?

Facundo: Eso fue tal cual, pero nadie sabe a qué vinieron. Un equipo de la NASA estuvo en una parte de la estancia a la que no se permite ingresar porque es privada. En Internet no se encuentra nada al respecto, pero lo que sí es seguro es que la NASA vino a estudiar algo, lo que indica al menos que se trata de un lugar especial, aunque sea para fenómenos atmosféricos. De todos modos, no se sabe la razón de la visita.

¿Cuales son los puntos claves o calientes en el Uruguay?

Increíblemente podría afirmar que todo el Uruguay es un punto caliente. La actividad Ovni es abundante y el origen místico de nuestro país también alimenta esta percepción.

Pero de todas formas hay lugares que se destacan, como por ejemplo la estancia “La Aurora” en el departamento de Paysandú, también la zona de San Ramón en Canelones, las Sierras de Minas, Piriápolis, la laguna Negra en Rocha, etc.

Pero las zona más famosa es sin duda La Aurora. Aquí se vivieron muchísimas cosas relacionadas con el fenómeno Ovni, sobr etodo en la década del 80, cuando el lugar era visitado por muchísima gente y varios vivían avistamientos masivos, experiencias místicas, curaciones milagrosas y hasta verdaderos contactos con seres de otras realidades.

Lo cierto es que toda la zona esta compuesta en su suelo por piedras de cuarzo, lo que lo hace naturalmente muy energético. La líneas geobiológicas que atraviesan la zona fueron medidas y tienen un ancho de hasta más de diez metros, cuando lo normal es que midan centímetros. Los aparatos electrónicos fallan comúnmente e inclusive los GPS muchas veces marcan una ubicación errónea.

En esta zona se habla de entradas a mundos subterráneos, de entradas a otras dimensiones, de bases ET y de vórtices energéticos naturales. Algunos testigos y protagonistas de historias supuestamente vividas allí, alimentan estas teorías.

¿Que hay de cierto que Neil Amstrong y otras personalidades han visitado la hacienda de la Aurora?, ¿que crees que hay ahí?

Quien era dueño de la estancia, el señor Angel Tona, tuvo una comunicación mas activa con respecto a lo que pasaba en sus estancia, Tona falleció hace un tiempo y a cargo quedaron sus hijos, quienes mantienen una reserva muy entendible. Lo que quiero decir es que han cerrado un poco la puerta, debido a la desacreditación y por un cuidado natural que quieren hacer. Esto hace que la información siempre sea confidencial y escasa. No cuentan abiertamente lo que allí sucedió y sucede (esto es una observación mía).

De todas formas tengo la información de buena fuente que efectivamente Neil Amstrong estuvo en La Aurora, claro que no en visita oficial, mas bien en visita reservada ( siete u ocho veces), y habría hecho contacto en la estancia con un ser que habría acompañado a la misión del Apolo XI en su viaje a la luna. Esto podría confirmar eso que se dice que las misiones espaciales de la humanidad siempre están vigiladas de cerca por seres naves de otros mundos.

Saturday, April 22, 2006

Avistamiento en Tennesse, Estados Unidos

Fotografías recibidas por Kim Shaffer, editor de Appalachian UFO Research Center.

Según el referido investigador, estas imágenes se capturaron en Kingsport, Tennessee, y pertenecen a una serie de 10 fotografías que logró un testigo de esa población.

El autor de las mismas, asevera que se trataba de un gran objeto volador que se movía lentamente y que logró observarlo por espacio de un minuto.

Por el momento se ha descartado que pueda tratarse de algún reflejo, ya que esa opción se debe contemplar porque las imágenes se capturaron a través del cristal de una ventana.

No se ha precisado la fecha del avistamiento ni el nombre del autor.

Wednesday, April 19, 2006

Trenes perseguidos por ovnis - USA

El maquinista Donald Mc Donald –conocido universalmente como “Mac” por razones obvias– se había criado en el montañoso estado de Virginia Occidental y lo conocía palmo a palmo. Sus estrechos valles y los altos puentes transitados por su ferrocarril de carga eran tan familiares como los pasillos de su propia casa.

Pero lo desconocido le tendió una celada en 1975. Mc Donald, un fogonero y un frenero transportaban una carga de once mil toneladas de carbón desde las minas de Virginia Occidental hacia el puerto de Baltimore a lo largo del célebre “17-mile grade” una pendiente inclinada que representaba un desafío para cualquier tren, y una situación casi heróica para los cien vagones que integraban el convoy carbonero.

El viaje estaba tomando lugar sin novedades una noche estrellada hasta que una luz fulgurante apareció de la nada para colocarse en la vertical de la locomotora.

Según el testimonio de “Mac”, obtenido tras una entrevista con el investigador Bob Teets, ni el ni su tripulación pudieron ver la fuente de la potentísima luz que bañaba no sólo la locomotora sino el campo circundante.

Pensaron que se trataría de algún helicóptero, pero no tardaron en darse cuenta de la total ausencia de sonido.

El convoy prosiguió su ascenso del 17-mile grade mientras que la luz permanecía sobre la locomotora. En ningún momento se atascaron los poderosos motores diesel del aparato ni hubo ninguna reducción en su capacidad de tracción.

El maquinista y sus ayudantes pasaron los cinco minutos más largos de sus vidas hasta que la luz se apagó y el viaje prosiguió sin interrupciones. “Sospecho que se trataba de alguna especie de ingenio militar secreto, cosa de la Guerra Fría. Por supuesto, pudo haber sido un OVNI, pero sé muy poco sobre ambas cosas.”

Curiosamente, ese mismo año otro maquinista tendría un encuentro más escalofriante con lo desconocido: a las tres de la madrugada el 22 de febrero de 1975, Filippo Simone y su frenero Antonio Milella, desplazándose entre las ciudades italianas de Bari y Nápoles, llegaron a una recta para presenciar con terror que una luz se dirigía directamente hacia su locomotora a lo largo de los rieles: seguramente se trataba o del gran faro de otra locomotora que transitaba en sentido opuesto.

Totalmente incapaces de evitar el inminente choque de sus enormes máquinas, Simone y Milella se quedaron totalmente atónitos al ver que la luz se levantaba de la vía para desaparecer sobre sus cabezas. ¿Se trataba de la misma luz en ambos casos? No existe manera de saberlo.

Pero dos décadas antes de cualquiera de estos casos, un incidente involucrando un tren y un OVNI cobrarían fama mundial y pasaría a formar parte de la casuística OVNI de los años ’50. A las tres y veinte de la madrugada el 3 de octubre de 1958, el tren de carga 91, de cincuenta y cinco vagones, se desplazaba entre las ciudades de Monon e Indianápolis en el estado de Indiana (EUA).

En la cabina del tren viajaban el maquinista Henry Eckman y sus dos ayudantes, Cecil Bridge y Morris Ott. A esas horas de la madrugada, el convoy había sonado su klaxon al llegar a un cruce nivelado conocido como Wasco –un punto en la oscuridad sin ningún pueblo cercano– cuando la tripulación percibió la presencia de cuatro luces en el cielo que parecían moverse en formación de “V” abierta. El frenero Cecil Bridge informó a sus compañeros sobre el hecho, convirtiéndose en testigos del extraño fenómeno.

Las luces cruzaron la vía a cierta distancia del tren, dejándose ver claramente como cuatro grandes luces blancas, y prosiguieron hacia el este, perdiéndose en la oscuridad.

Pero regresaron de manera inesperada y súbita, sorprendiendo a los tres ferrocarrileros. Bridge decidió alertar al conductor del tren, que se encontraba en el furgón de cola, sobre lo que estaba pasando.

Las cuatro esferas de luz sobrevolaron el tren en fila india, mostrando interés aparente por los vagones que formaban el convoy. Según el testimonio de Bridge, las cuatro luces parecieron posarse sobre la vía después de sobrevolar el tren. “Nos dimos cuenta también,” dijo Bridge en su entrevista con el legendario periodista Frank Edwards, “que cambiaron de color.

Eran de color blanco al encenderse pero al reducir su velocidad mudaron su color a un amarillo y luego a un color anaranjado sucio cuando se desplazaban muy lentamente.”


Más interesante aún es el hecho de que Bridge y sus compañeros se valieron de sus grandes linternas para hacer señales a los objetos desconocidos. “Hicimos parpadear nuestras linternas y las sacudimos. Pensamos que eso haría que las luces se acercasen más, y de hecho lo hicieron, aunque no puedo asegurar que el acercamiento haya sido producto de nuestras señales.”

El avistamiento tuvo una sorprendente duración de una hora y diez minutos hasta que el convoy llegó a las cercanías de Kirklin, pblacion al noroeste de Indianápolis. Las juguetonas luces siguieron al convoy de lejos antes de desaparecer completamente. El incidente de Monon y las descripciones claras y sin ambages de sus protagonistas llevaron a Richard Hall, investigador principal de la organización NICAP, a decir: “Las maniobras coordinadas en formación, la reacción a los haces de luz, y el seguimiento del tren de carga sugieren alguna clase de inteligencia por parte de las extrañas luces.”

No hay duda de que misterio parece estar interesado en los trenes –no tanto los de pasajeros, como sería de esperar, sino los de carga. Tenemos historias de trenes perseguidos por OVNIS, trenes fantasma y trenes que se desvanecen en la nada. El escritor C.D.B Bryan recoge una anécdota estremecedora de la investigadora Linda Moulton-Howe en la que un tren de carga con docenas de vagones repentinamente se elevó en los aires hasta desaparecer. Todas las crónicas de asuntos forteanos y “alta extrañza” incluyen el testimonio de un tal Dr. Humphries quien citaba la experiencia de un testigo que vio a un torbellino levantar una locomotora de la vía y depositarla intacta en otra vía, pero en sentido contrario....

Saturday, April 15, 2006

Apariciones en Haw Branch

La "Plantación Haw Branch" había sido en un tiempo una finca magnífica, con jardines, cuidados céspedes, fosos sin agua y majestuosas chimeneas que llenaban de gracia la casa solariega de preguerras, Pero, en 1964, tras cincuenta años de abandono, la propiedad había ya caído en un estado de grave incuria. Cuando Gibson McConnaughey heredó "New Branch", ella y su marido Carey se pusieron de inmediato a restaurar la finca a su antiguo esplendor.

Sin embargo, muy pronto los McConnaughey comenzaron a escuchar ruidos extraños por toda la casa. A veces el aire traía el aroma de naranjas o de rosas, aunque allí no había ni aquella fruta ni aquellas flores. En una ocasión, además, el marido y la mujer vieron a alguien que llevaba una lámpara mientras salía del granero y se aproximaba a la casa; pero, al acercarse más, sólo pudieron ver la lámpara de queroseno agitándose en el aire.

Tres meses después de haberse mudado a "Haw Branch", el matrimonio y sus hijos fueron despertados en la mitad de la noche por una mujer que gritaba en el desván. Aterrados, aguardaron hasta que se hiciese de día para investigar, pero no encontraron nada a lo que pudiera atribuirse aquel ruido. Los gritos continuaron presentándose a intervalos de seis meses, pero no fue hasta el verano de 1967 cuando Gibson fue testigo de una imagen conectada con la voz.

-Ella no era transparente, sino sólo una silueta blanca- recordó Gibson.

Aunque fue incapaz de discernir los rastros faciales, Gibson se percató de que la aparición llevaba un vestido que le llegaba al suelo, propio de una época pasada. Permaneciendo sólo un momento delante de Gibson, la mujer miró silenciosa a la distancia mientras, de modo repetido, desaparecía y luego reaparecía de nuevo.

En 1969, la familia se había ya acostumbrado a la mujer y a sus fantasmales compañeros. No obstante, la visita semestral de la voz de la mujer comenzó a presentarse con más frecuencia después de la llegada de una reliquia de la familia. El primo mayor de Gibson mandó a los McConnaughey el retrato de una parienta muerta hacía mucho tiempo y llamada Florence Wright. A partir de la descripción recibida, la familia esperaba un retrato en vívidos colores al pastel que representase a Florece en sus años de mocita, poco antes de su repentina muerte. Sin embargo, cuando llegó, los McConnaughey quedaron sorprendidos al observar que la pintura recurría a unos colores de un gris oscuro, castaños y a unos blancos sucios. Incluso así, procedieron a colgarlo encima de la chimenea de la biblioteca.

Luego, en febrero de 1970, el retrato comenzó una transformación. El pelo, negro como azabache, pareció de un tono más claro. En la base del cuadro, una rosa comenzó a transformarse en rosada a partir de su tosco gris. y la piel de Florence empezó a adoptar un matiz muy parecido al natural. En realidad, cada detalle era ahora inexplicablemente brillante y más colorido. A medida que prosiguió el proceso, la imagen de Florence Wright pronto representó a una belleza de ojos azules y pelo rojizo, sentada en una silla de un verde brillante.

Según un psíquico que más tarde examinó el retrato, el espíritu de Florence había quedado encerrado en la pintura en el momento de su muerte. Por lo tanto, tenía el poder de extraer de aquella obra de arte todos sus colores hasta que ella fuese feliz en su nueva localización. Las voces escuchadas en "Haw Branch" eran espíritus amigos que se habían congregado para ayudar a la mujer a recuperar sus perdidos colores. Evidentemente, según opinaba el psíquico, "Haw Branch" con su brillante atmósfera espiritual, llegó a convertirse en un hogar satisfactorio para Florence Wright.

Thursday, April 06, 2006

Poltergeist en España

Nota: Los nombres de los protagonistas han sido cambiados por expreso deseo de la familia afectada.

Las Manifestaciones Paranormales.
Todos y cada uno de los miembros de la familia aseguran haber presenciado fenómenos de índole paranormal en diferentes puntos de la casa aunque, y lo considero un dato de gran relevancia, siempre se encontraba en algún punto del piso Nuria. La única persona que ha experimentado acontecimientos anómalos estando sola en la casa (y curiosamente los más espectaculares) ha sido precisamente ella. ¿Significa que por algún motivo ella es la responsable de las manifestaciones?. ¿Están girando los fenómenos a su alrededor?. En definitiva…, ¿Es ella la que de forma inconsciente y totalmente involuntaria provoca la Actividad Poltergeist?.

Muchas mañanas, desde finales de Octubre, cuando Nuria se encuentra en la cama por las mañanas, escucha voces ordinariamente de hombre. Según relata, “son retazos de una conversación, rara vez se dirigen a mí”.
De todos modos y siguiendo con el hilo de las misteriosas voces que oye Nuria, el 18 de Noviembre se encontraba hablando con su hermana por teléfono mientras sonaba música en la cadena musical (aparato que por cierto se ha apagado o encendido en numerosas ocasiones incluso cambiándose la opción de leer CD por la de casete o radio sin que nadie mediara en ello) cuando la música se detuvo de golpe (estaba sonando una canción conocida de Miguel Bosé) y una voz ronca, grave, de hombre, comenzó a hablar por el pasillo a una velocidad superior a la normal y Nuria no supo entender la parrafada. Cuando la voz dejó de oírse la música “regresó” como si nada hubiera ocurrido…
Ha sido Nuria también la que empezó viendo sombras por los pasillos, sombras alargadas, rápidas, de aspecto humano, que parecen deambular por la casa con total libertad. Pero a veces no son solo sombras…
A principios de Noviembre vio a una persona de aspecto juvenil salir del comedor y cruzar la puerta que conduce al pasillo. En otra ocasión, pocos días después, vio a una persona tumbada cómodamente en el sofá del salón hasta que se desvaneció con rapidez.

Mientras Nuria se convertía en testigo de estas manifestaciones, los otros miembros de la familia observaban como la cadena musical y la televisión parecían operar con cierto capricho. Se apagaban o encendían sin ton ni son. Por si “estas bromas” fueran poco, cada uno de ellos veía como “faltaban cosas en la casa”, precisamente aquellas objetos que necesitaban con relativa urgencia: Una agenda, un bolso, un paraguas…, por más que se buscaban en el lugar donde siempre estaban no se veían para horas después, cuando ya no se necesitaban, ser encontrados en el sitio de siempre o bien colocado claramente a la vista, lo cual convierte en inexplicable el hecho de que ninguno de los protagonistas lo viera cuando lo estaba buscando. Aunque todos los objetos han ido apareciendo sistemáticamente todavía queda una agenda que yacía antes junto al teléfono y que todavía “no ha regresado…”.

Otra de las curiosidades de la casa son los ruidos que ocurren por la noche. En más de una ocasión tanto Nuria como Alberto han tenido que levantarse para “ver” qué estaba ocurriendo porque en la cocina se escuchaban ensordecedores ruidos de papeles, platos y cubiertos cuando en realidad nada estaba sucediendo…

El caso sigue abierto a pesar de que las manifestaciones parecen estar remitiendo con lentitud siguiendo el patrón que otros casos en el tiempo han establecido con mayor o menor claridad.